Mata al user de arriba xDD (cara de sádica)

Me encontre con Zero tal y como lo habia planeado , asi que bajo el pretexto de querer hablar con el lo lleve a mi dormitorio ahi , cuando el se iba a sentar lo tome y lo arroje contra la pared y de manera rapida me movi y le clave mis dedos en su pecho , sangraba profusamente, depues empeze a apretar mi otra mano alrededor del cuello el no podia gritar no podia articular frase alguna su desesperacion era tal que movio su mano y trato de clavarla en mi ojo , lo arroje hacia la cama , estaba demasiado herido para levantarse asi que me diriji al armario y saque un poco de acido lo arroje a hacia la cama , Kiryu grito casi lloraba , mientras tanto del armariio saque un machete al parecer la situacion se tornaria divertida , asi que Kiryu se incorporo y se lanzo contra mi , corria rapidamentehacia ami , abanique el machete me inque y le vle una pierna de tajo , kirryu callo al suelo , yo solo le corte la mano con la que trataba de golpearme , me incline sobre el le enterre mi mano en su pecho , toque su corazon se lo arranque el gimio arranque su corazon y bebi la sangre e de este kiryu se retorcia de dolor casi fallecia , no obtante lo corte y lo corte hasta que quedo hecho picadillo

xDD que muerte más violenta le diste a Zero... ajajaja.
Mmmm... que cosas, a ver qué sale en esta ocasión:

*Quién sabe cómo me las arreglé para drogarte... lo suficiente para arrastrarte a una habitación vacía y empezar mi acción. Te quebré cuidadosamente las piernas, los brazos, las manos y los pies y mientras gemías de dolor, aproveché tu boca abierta para introducir un cactus en esa cavidad. Te obligué a cerrar los labios mientras te picabas y después te rapé por completo, guardando tu hermoso cabello como recuerdo en una bolsa. Miré tu cuero cabelludo desnudo sin expresión alguna y tomé una navaja suiza, con la que experimenté un poco para hacerte sangrar. Después te hice lisos cortes en todo el cuerpo y te levanté como a un fardo para transportarte a un río donde los cocodrilos se encargarían de lo que quedaba de ti mejor que yo.*

umh, jojo, lo intentaré... aay que mal D: no quería matar a Juri pero bueh
xDDDD

“Estaba nerviosa, ansiosa y extraña. Me desesperaba estar encerrada en mi habitación, así que, sin más pretextos salí del cuarto, no importa a donde me dirigiera esta vez, no debía permanecer más tiempo ahí.
No sabía exactamente el lugar en el que estaba, y llovía torrencialmente. Mas adelante vi una silueta conocida moviéndose bajo el agua, cuando ésta volteó, lo supe de inmediato, era imposible olvidar esos ojos dorados.
Los pies de Juri, acogidos por suaves tacones marcaban la melodía mientras caminaba y caminaba en dirección a mí. A medida que se iba acercando, mi respiración era mas agitada, mis manos sudaban, y yo era completamente otra persona. Cuando ella estaba a punto de llegar, pude sentir el aroma que era tan peculiar de ella. Pero eso no importaba en absoluto. Tenía la certeza de que algo iba a ocurrir, algo que tal vez cambiaría todo.
Creo que intentó decir algo, pero la lluvia no me permitió oír. Mi cuerpo reaccionó solo, dándole una violenta cachetada a mi amiga. Mi expresión seguía tranquila y sin rastro de preocupación o molestia, en cambio ella, con una mano en su cara, me miraba extrañada y a la vez, asustada. Fue entonces que perdí el control de mis actos, ya no quedaba ni un rastro de lo que siempre había sido.
Ya nada importaba, yo sentía la necesidad de acabar con ella y nada me lo impediría, así que la golpeé y la golpeé, hasta que quedó tirada en el suelo, inconciente, pero ahora vendría lo bueno.
La tomé de sus oscuros cabellos, arrastrándola por las calles húmedas y vacías. A lo lejos se veía una casita abandonada, era el lugar perfecto.
Abrí la puerta de una sola patada, las bisagras estaban viejas y gastadas así que no fue mucho problema, miré todo lo que me rodeaba, frente a mí había una mesita de madera, a los costados de esta habían muebles y repisas, todas polvorientas y llenas de telarañas. Al lado izquierdo, entre cajas viejas había una puerta blanca, desteñida y sucia, con una mañilla oxidada.
Tiré a la chica en la mesa, empecé a revisar los cajones, no había mucho, lo único que conseguí rescatar de ese basurero eran fósforos, metales, trapos viejos, uno que otro clavo y una caja de herramientas. En esta última había un martillo, un alicate, un destornillador y dos tornillos gigantes.
Un ruido interrumpió mi búsqueda, Juri se intentaba bajar de la mesa, tomé el martillo y la golpeé bruscamente en la cara, causando que cayera de nuevo en la mesa, pero esta vez conciente. Acerqué todas las cosas que había reunido.
La miré, su nariz sangraba y se cubría la cara con ambas manos. Tomé nuevamente el martillo, pero ahora le clave su mano izquierda en la mesa, ella gritaba de dolor, pero eso era música para mis oídos, al verla sufrir, mi tranquila expresión comenzaba a tornarse divertida, más bien era la expresión de una psicópata ( xD).
Tomé los trapos viejos y amarre sus piernas en las patas de la mesa, con un metal viejo rasgué su ropa, dejando ver las heridas que iba haciendo.
Ella no paraba de gritar, y con su mano libre intentó golpearme. Fue tan patético, pero me molesto, lo suficiente como para golpearte brutalmente con el fiero que tenía en mis manos. Mientras lo hacía le gritaba, la insultaba, la sangre salpicaba mi rostro y sentía la adrenalina. Por un lapso de tiempo me detuve... si seguía golpeándola la mataría muy pronto. Así que tire el metal lejos, rompiendo un vidrio. Eso me dio una idea, tomé un trozo del vidrio y lo pase por la planta de su pie, una y otra vez, de una manera maniática y desquiciada.
Mi corazón latía fuerte, seguramente por la emoción, se me hacía tan divertido, tan divertido que solté una risa sádica, incontrolable.
Caminé hasta la caja de herramientas y saqué el destornillador con un tornillo, el cual enterré en una de sus piernas, sin importar nada. Con el destornillador gire el tornillo para ambos lados, si ella hubiese podido, se hubiera retorcido de dolor, pero no, a penas estaba consiente, ya era hora, debía acabar con ella. Me alejé de la mesa y abrí la puerta blanca, buscando algo que pudiera servirme, nuevamente.
Allí había una estufa a parafina y dos bidones de ésta.
¡perfecto! murmuré.
Llegué a donde se encontraba ella, la observé... tenía el cuerpo cubierto de sangre, heridas por todos lados, en sus ojos semi cerrados se iba perdiendo el brillo poco a poco, ese sería el final de la pequeña Juri.
Pero antes de tomar los fósforos y salir de la casa, hizo un último esfuerzo y me miró con odio, realmente no me importó, me había divertido bastante con ella en antes del momento de su muerte y todo valía la pena.
Cerré la puerta a mis espaldas y la lluvia limpiaba mi rostro, había olvidado que estaba lloviendo, estaba tan concentrada en lo que hacía que ni siquiera sentí el sonido. Con las ganas que me quedaban caminé por al rededor de la casa, lanzándole a esta misma parafina, tomé los fósforos y a medida que los iba encendiendo los tiraba uno a uno.
Luego de todo eso, camine como si nada hubiera pasado, nuevamente por las calles vacías, a veces, dirigiendo mi vista a la casa de atrás. que ardía en llamas. "

Y luego de eso, desperté... nerviosa, ansiosa y extraña, desesperada por estar encerrada en la habitación. Entonces salí, sabiendo a la perfección lo que pasaría en unos instantes.”

mmh no sé como habrá salido jojo, quizás no muy sádica (x

xDDD yo no puedo darte una muerte sádica, no del todo. Llámalo escrúpulos, demasiada ternura o no sé, no puedo xD.
Pero... veamos qué pasa:

*Noche cerrada. Oscura, hermosa, plateada por la luna que en ese instante brillaba con una intensidad cruelmente preciosa. En la calle, como caminando sin rumbo, iba yo, sabiendo que iba a hacer algo de lo que no podría perdonarme, pero sin ninguna otra opción. Y, sin embargo, mi rostro estaba frío, pálido y tranquilo. Sólo sería un impulso, un simple movimiento y todo habría terminado...
Lentamente subí las escaleras hacía el lugar donde estarías escuchando música, cantando, tan feliz. En silencio, sin una palabra y los ojos muertos.
Me abriste, sonreíste.
- Hola!- dijiste con entusiasmo. Me miraste, supiste que algo no andaba bien.
- ¿Juri? ¿Qué sucede?- dijiste y sólo la mudez fue tu respuesta por un rato.
Entonces te abracé.
Lo siento....
Mientras te abrazaba, clavaba un cuchillo en tu corazón, acabando con tu vida.
Te sostuve mientras morías. Iba cantando una canción al terminar.
Cuando finalmente el hálito de vida se extinguió en ti, te arrastré a tu cama, te deposité allí y me fui.
Ya no quedaba nada más que hacer....*

one-san, gomen ne! >.< pero me pareció divertido.
además, lo hice muy rápido o.o
Parece que demasiado xD

Ese día había visto demasiadas películas. Demasiadas.
Además de que había bebido una gran cantidad de bebidas energéticas, estaba Hiper. Pero hasta el límite.
Era hasta extraño que no me diera un paro cardiaco. Llevaba horas comiendo dulces y dando vueltas por la casa, hasta que decidí salir e ir a ver a Juri.
Todo lo que veía llamaba mi atención. Lo primero que noté cuando salí fue el enorme resplandor del sol que me encegecía, los colores que me aturdían y los olores que me causaban amargas sensaciones.
Todo daba vueltas muy rápido pero a la vez despacio, entonces iba recordando canciones y escenas de películas para asustar a la gente con la cual me topaba. Reía a carcajadas por las calles y todos me miraban extraño; eso hacía que estallara en más risa.
El cielo parecía rojo azul y naranjo, a veces pensaba que me habían vendido drogas en vez de bebidas energéticas, porque lo que leí en un libro fue que todo se veía de todos colores y que las cosas se deformaban y parecía un sueño, pero la verdad sólo veía montones de colores.
Había caminado lo suficiente. Estaba justo en la puerta de su casa.
Toqué fuerte, como en la película de acción que había visto hace un rato
Entonces la puerta se abrió lentamente y cuando Juri apenas se asomó me lanzé a atacarla.
Un golpe en la naríz y otro en el estómago.
Ella se defendió y seguimos golpeándonos.
Destruimos partes de la casa, lanzamos cosas, destruimos adornos y rompimos ventanas.
Rodamos por todo el suelo hasta llegar a la cocina.
Entonces usamos los cubiertos... nos enzartamos tenedores y nos golpeamos con cucharas, los vasos volaban por todos lados y todo parecía un juego.
Hasta que tomamos los cuchillos. El un rápido movimiento Juri me razgó la mejilla y yo su cuello.
El juego pasó a ser más fuerte. Teníamos enormes cortes. Es más, ya no era un simple juego, el premio era salvar tu propia vida.
Habían pasado minutos u horas desde que comenzamos, pero ya estabamos casi sin alientos.
El el último intento de cada una, nos lanzamos con la poca y nada fuerza que nos quedaba. Me dio en el hombro y yo le di un golpe sertero en su estómago.
El fin había llegado... retiré el cuchillo con mi otro brazo para luego terminar con el asunto pasándolo por su cuello.

^^ Estás perdonada, one-chan. Veamos si puedo matarte xD:

Um. Inconsciencia. Estás con un terrible dolor de cabeza. Te sientes extrañamente limitada. Pero todavía no puedes recuperar la consciencia. Te duermes un rato...
Despiertas. Estás atada y tendida boca abajo sobre dos sillas, en una posición poco cómoda. Intentas soltarte, pero antes de que puedas hacerlo, la sensación de algo afilado, frío y duro sobre tu nuca te detiene.
¿Qué es eso? ¿Es acaso... un cuchillo?
Correcto.
- No te muevas- oyes mi voz tranquila, fría. Intentas mirarme, pero las ataduras y la mordaza te detienen.
- Tengo que matarte- me oyes decir y aunque por un momento la hoja de la daga que te amenazaba se retira, permitiéndote cierta libertad de movimiento.
Pasa largo rato, pero no parece suceder nada. Al cabo de un tiempo, forcejeas tenazmente, no puedes dejar que te mate así como así.
De pronto, las cuerdas dejan de quemarte la piel y se oye el silbido del cuchillo. Te quedas quieta, expectante...
Las cuerdas caen al suelo sin más preámbulos. No sabes qué hago, pero tampoco te importa, ahora lo que queda es huir. Asombrada, te pones en pie, y, antes de que cambie de opinión, corres hacía la puerta.
Pero allí estoy, cortándote la retirada, jugando con un estilete y los brazos cruzados.
- Hola de nuevo, querida- te digo y mi extraña sonrisa agarrota tus miembros.
Sigo dando vueltas al estilete. Intentas correr para salvarte y me das la espalda.
Mala elección. No tardo en alcanzarte, paso un brazo para rodearte y te clavo sin más el estilete en el pecho. Empujo y el estilete te atraviesa por completo. Sigo estando a tu espalda, así que te muerdo sin más en el cuello...
Y mueres desangrada.
Cuando la vida fluye de ti y se separa, dejo caer tu cuerpo al suelo. Arrojo el estilete adónde caiga y se clava en medio de tus lazos dedos.
Salgo de la habitación y me pierdo en la oscuridad.
Dentro de la escena del crimen, lo que queda de tu sangre se derrama por el suelo.